jueves, 10 de octubre de 2013

Finlandia "Finland"

Para la mayoría de los extranjeros resulta fácil acostumbrarse a Finlandia. Sus usos y costumbres son básicamente europeos, con pequeñas variantes, y se caracterizan por ser bastante relajados. Caer en una falta de etiqueta capaz de arruinarle el día a uno, o a sus anfitriones, es más que improbable. El finlandés suele ser muy paciente con las meteduras de pata de sus compatriotas y su actitud hacia las de los extranjeros suele ser comprensiva o levemente divertida. El código de etiqueta y los modales son relajados y cada persona se gana su reputación por una conducta de años, más que por la observancia puntual de las normas. En Finlandia es tan difícil hacerse un buen nombre en un momento o situación determinados, como perderlo de la misma manera.




Religión
El 83% de los finlandeses pertenece a la iglesia evangélico-luterana y el 1,1% a la ortodoxa. La mayoría de la población está secularizada y la religión no es muy visible en la vida cotidiana de nuestras gentes. La iglesia y sus ministros gozan, no obstante, del aprecio general y suelen respetarse las convicciones religiosas del prójimo. Es difícil advertir en el trato diario diferencias entre la población creyente y el resto, pero la convicción religiosa se expresa principalmente en la sobriedad de las costumbres.


Idiomas

Los finlandeses hablan finés (o finlandés), sueco (que es la lengua materna de un 5,6% de la población) y unos 8.000 hablan sámi (lapón). El finés pertenece a la pequeña familia de lenguas finoúgricas, y fuera de nuestro país sólo se entiende sin grandes problemas, y hasta se habla un poco, en Estonia. Al no tener muchos parientes lingüísticos, los finlandeses se procuran herramientas para la comunicación internacional mediante cursos de idiomas eficaces y variados.En Finlandia casi todo el mundo sabe inglés, especialmente en el mundo de los negocios: en varias compañías multinacionales finlandesas es el idioma de trabajo


Saludos

Al saludarse, normalmente las partes se estrechan la mano y se miran a los ojos. Una reverencia indicará un respeto especial, pero una leve inclinación de cabeza será suficiente cuando el trato sea de igual a igual. El apretón de manos finlandés es breve y firme, sin otros gestos enfáticos. Al saludar a una pareja, se estrecha primero la mano de la mujer, salvo en las recepciones oficiales, donde el titular de la invitación, saluda primero a los anfitriones. También se suele dar la mano a los niños y no es frecuente abrazar al saludar. En la calle los hombres se descubren la cabeza como muestra de cortesía, pero en los días más crudos del invierno es suficiente con que se lleven la mano al ala del sombrero.

La comida

La gastronomía finlandesa es una combinación de elementos europeos, escandinavos y orientales y los modales son típicamente europeos. El día comienza con el desayuno, a veces bastante fuerte. El almuerzo se come entre las once y la una del mediodía, y en los sitios de trabajo no dura más de una hora. También los almuerzos de negocios, antes larguísimos, se han reducido a una hora y media o dos. La cena se sirve en los hogares entre las cinco de la tarde y las seis, y en los restaurantes puede comenzar entre las siete y las ocho. Salir a cenar más tarde entraría ya en conflicto con los horarios de las cocinas y conviene consultar los horarios al reservar mesa. Los espectáculos suelen comenzar a las siete de la tarde y los restaurantes ya están llenos a las diez de la noche.

El tiempo y las estaciones

Aunque las estaciones se suceden en todo el mundo, su ciclo ejerce una influencia especialmente poderosa sobre la vida y las costumbres. En un país que se interna profundamente en el círculo polar Ártico, las variaciones de temperatura y luminosidad son tan extremas, que bien podría hablarse de dos culturas finlandesas, una caracterizada por la luz del sol de medianoche y temperaturas que alcanzan registros sorprendentes, y otra marcada por el frío, a veces insoportable, y una noche boreal que sólo cede a mediodía.

Las fiestas

A los finlandeses nos gustan las fiestas, y nuestro calendario festivo no es muy diferente del de los demás pueblos europeos, salvo que los protestantes luteranos no veneramos a los santos como los católicos. Al extranjero puede llamarle la atención la seriedad y solemnidad de los festejos finlandeses, incluso en ocasiones en que otros pueblos del mundo suelen ser alegres y bulliciosos.

PARA MAS INFORMACION: http://finland.fi/public/default.aspx?contentid=160038&contentlan=9&culture=es-ES